Un día, hace tiempo me dijo: “Manolo, tu sabes que para los hijos de uno se quiere lo mejor ¿verdad?”, yo asentí lógicamente y continuó “pues espero y deseo que cuando se me vayan casando mis hijos seas tú el fotógrafo de sus bodas”; no puedo expresar lo que sentí...supongo que me ruboricé.
Y resultó que hace casi un año, su hija mayor le dijo que se casaba; evidentemente que anotado quedó con fuego en mi agenda, el día 19 de junio del 2010... que no sólo llegó... sino que ya pasó.
Juan, el novio, una persona excelente, simpático y apuesto; y Sonia, la novia (las fotografías hablan por sí solas de su belleza) derrochadora de simpatía y hermosura, decidieron casarse en la Iglesia de San Leandro, situada en la Plaza del mismo nombre y al “laito” mismo de la “pila er pato”; era la tercera de nuestras bodas en tan idílico y glamuroso día (tres placeres unidos en una sóla jornada). La celebración en la “Hacienda de los Ángeles”.
Agradecer a Juan y Sonia, y por supuesto a mi amigo Rafael, a su esposa M. Carmen, a sus otros dos hijos Fali y María, por la cercana y cariñosa atención que en todo momento, mi equipo, formado en esta ocasión por mis compañeras Rosa y Leticia y un humilde servidor, recibimos. Sin duda, una boda muy especial.
Os dejamos un adelanto del recuerdo; esperamos que os guste.
Un abrazo.
Manolo, la boda siempre estará presente y plasmada en nuestra mente y en nuestro corazón por un genio de la fotografía, que sabe captar lo que es difícil de ver y transmitir y que además tiene la sensibilidad de un artista inspirado en su maravillosa y estupenda familia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de todos
Para mí fue un placer haber estado presente en esta boda! Porque me atreví a formar parte del equipo y porque tuve la suerte de hacerlo en la boda de Sonia, una vieja amiga (que iba espectacular) e hija de Rafael, uno de los compañeros que más aprecio.
ResponderEliminarOtro abrazo!!!