Y de eso ya hace casi un año, y llegó el dulce y sonrosado 3 de julio... y ya pasó.
Mis compañeros Abel y Rocío se fueron a casa de Sergio; en el humilde barrio de Santa Aurelia; Rosa y yo nos fuimos a casa de Lucía (mi hermosa azafata de tierra) a las afueras de un pueblo sevillano de solera: “Villanueva del Ariscal”; una bonita casa... pero aún más bonitas personas las que la habitan. Desde el principio conecté con Antonio (el padrino y padre de Lucía); un luchador (los que tenemos la suerte de conocerlo sabemos porqué); él me enseñó la casa, sus rincones y sus secretos; el reportaje en casa de Lucía es mérito en parte de él (el girasol y el nido ¿te acuerdas?); orgulloso me enseñó las alianzas de los novios... él las había diseñado y fabricado... En el nido podéis ver su hermosura.
El enlace fue, nada más y nada menos, que en la Basílica de la Madre de Sevilla; Esperanza Macarena. El paseo por las idílicas y frescas calles de la Judería. La celebración en "La Andrada".
Sergio, Lucía, sólo nos queda el recuerdo y el agradecimiento de tanto cariño... Sólo podemos agradecéroslo con la humildad y sentimiento de nuestra fotografía; os dejamos un resumen de momentos... Sencillamente... momentos...vuestros momentos.
Agradecer como siempre a mi equipo humano Abel, Rocío y Rosa... gran parte de las fotografías que véis son de él y ellas y que sin esta colaboración “Manolo Navarro –fotógrafos-“ no existiría.
Besos y besos.