Afortunadamente no tardó mucho en decidirse por nosotros; fue en su casa de Bollullos de la Mitación donde firmamos el contrato... y lo que oí de sus labios sobre nuestros trabajos y mi forma de atenderla, me produjo un orgullo tremendo. "No es ningún mérito..." le dije; "sólo que amo mi trabajo y disfruto mostrándolo".
El que Nino y Gracia formen una bonita pareja suena a recurrente, aunque lo sean de verdad; y que después de su reportaje preboda y de su propia boda, no hagan más que halagarnos, nos vuelve a llenar de satisfacción y orgullo; satisfacción por estar en buena línea para superar las rigurosas expectativa que habían puesto en su reportaje fotográfico de boda, y orgullo regado por ese mismo nivel exigido.
Nino, Gracia, muchísimas gracias por habernos elegido entre tanto y tan buenos compañeros fotógrafos.
Como aperitivo, os dejo un resumen de la boda de la que pronto tendréis el reportaje completo.
Besos.
PD: agradecer el apoyo incondicional de Rosa, Rocío y Abel; gran parte de la culpa es de ellos.
Más besos.